20 abr 2010

LA ORQUESTA DE DIOS. MEDITACIÓN



Desde hace varios años he comprendido la importancia de meditar sobre el propósito de Dios al crearme. Esta pregunta fundamental surgió quizás un poco tarde en mi vida, hubiera sido tan bueno haber alcanzado este punto de madurez en edad más temprana. Así, de un modo u otro transité demasiados años por los caminos del mundo sin instalar esta esencial cuestión en mi interior.
Esta fundamental pregunta se resume en descubrír cual es la misión de nuestra vida, cual es el sentido de nuestra presencia en este mundo, pregunta difícil que supongo nunca podré responder de modo final y contundente. Sin embargo, el solo hecho de plantearme esta cuestión una y otra vez, hace bien a mi alma, le da un espacio para crecer.
Hace poco tiempo pude compartir unas horas con un extraordinario sacerdote de más de ochenta años, en una escondida casa rodeada de nieve y bosques en el norte de la ciudad de New York. Allí encontré algunas respuestas que pude resumir en una
meditación que titulé "La vida es misión". Pero también pude redescubrír ese día un escrito que había surgido de mi varios años atrás, que orientaba nuestra vida al sentido de pertenencia a una gran orquesta, "La Orquesta de Dios". Así comprendí cómo la vida en solitario no tiene sentido, si es que no nos ponemos al servicio de Aquel que nos ha enviado a este mundo, para el bien del conjunto.
Espero les agrade este trabajo que da imagen y música a las palabras, para abrir nuestra alma al significado de un texto que invita al amor.


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5 abr 2010

MATERIAL DE APOYO ACTORAL. 2010


MORIRSE DE LA RISA

Una de las grandes ventajas de trabajar y rodearse de jóvenes es la de estar con personas que disfrutan de las cosas simples y ridículas de la vida y se ríen a carcajadas de ellas.

Esta semana le tocó el turno a mi esposo quien fue invitado como expositor en una convención de jóvenes. Un talentoso y observador joven se encargó de hacer una parodia de su persona. No dejó escapar ningún detalle, la ropa, los lentes, las canas, bigote, nariz, y un no tan "delgado vientre" componían su "disfraz". Lo caracterizó excelentemente, repitiendo sus dichos, forma de compartir y movimientos un tanto exagerados sobre el escenario, logrando arrancar una imparable "cascada" de carcajadas, que casi "mató de la risa" a todos los que repletábamos el gimnasio donde se celebró la convención.

¡Qué bien hace reír!, qué regalo maravilloso el que Dios nos ha dado al permitirnos reír, incluso de nosotros mismos. Proverbios 17:22 dice:
"Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos"

La risa no es algo que sólo disfrutamos en el momento, está médicamente probado que "morirse de la risa" puede ser bueno para la salud, aquí tienes algunos beneficios para nuestro organismo:
- Ayuda a la relajación, ya que segregamos serotonina que tiene poderes calmantes
- Fortalece el corazón
- Desarrolla una actitud positiva ante la vida
- Facilita la digestión al hacer vibrar el hígado, evita el esteñimiento
- Mejora la eliminación de bilis, estimula el vaso
- Masajea el vientre y las vías digestivas
- Acelera el metabolismo basal y tonifica los músculos del rostro
- Las carcajadas generan una sana fatiga que elimina el insomnio
- Mejora la respiración, los pulmones muevan 12 litros de aire, en vez de los 6 habituales
- Cura problemas como la depresión, la angustia y la falta de autoestima
- Ayuda a quemar calorías
- Baja la hipertensión aumentando el riego sanguíneo, se reduce la presión arterial
- Potencia la creatividad y la imaginación, ya que se segrega más adrenalina
Dios quiere que seamos felices y estemos alegres. Una persona alegre hace tan bien como la mejor de las medicinas, no perdamos la capacidad de reírnos y ser personas alegres que iluminan la vida de aquellos que tiene a su lado. La vida tiene momentos duros y difíciles, es cierto, pero debemos hacer lo imposible por no quedar atrapados en el lado oscuro de ellos, cansados, cargados y con los huesos adoloridos.

No sé a quién se le ocurrió la loca idea de pensar que la espiritualidad pasa por andar por la vida con cara de "plátano", rostros serios. Los cristianos decimos tener motivos de sobra para ser felices, pero en ocasiones nuestra cara larga dice todo lo contrario. Busquemos motivos para reírnos, ¡nos sentiremos mejor! No hay mejor medicina que tener pensamientos alegres. Cuando se pierde el ánimo, todo el cuerpo se enferma. ¡Mátate de la risa!

"Pero que los justos se alegren y se regocijen; que estén felices y alegres delante de Dios". Sal.68:3


www.especialidadesjuveniles.cl

24 mar 2010

EL REY Y EL MENDIGO.- 2010


El Rey Mendigo
(Jesucristo Rey del Universo (C)

¿Quién no conoce el viejo cuento del Príncipe y el mendigo? ¿No os parece una linda parábola para describir la realeza de Jesús?
Había un principito que un día salió solo a pasear por la calle, se encontró con otro joven que parecía una copia suya. ¿Nos parecemos, verdad? Sí, respondió el mendigo, pero mientras yo visto estos harapos usted viste sus galas y sus joyas y sus collares. Avergonzado el Príncipe le dice: pero podemos cambiarnos las ropas si te parece. Y el mendigo se vistió con las vestiduras del Príncipe mientras el Príncipe se vistió con los harapos del mendigo.
Comenzó a recorrer la ciudad diciendo que él era el Príncipe, pero todo el mundo se rió de él y nadie le creía. Y hasta lo tomaron por loco.
Nadie le daba nada mientras mendigaba. Y debió trabajar por un mísero salario. Mientras tanto, el mendigo vestido de Príncipe vivía la gran vida en el palacio. El príncipe mendigo debió de ir a la guerra. Y un día le dice al General que la batalla estaba mal planificada, que su padre lo hubiera hecho de otra manera. ¿Y quién eres tú para darme lecciones a mí?

Murió el Rey y el Príncipe mendigo le sucedió en el trono. Lleno de resentimiento por la miseria que había vivido, oprimía al pueblo ansioso de sus riquezas. Mientras tanto el verdadero Príncipe, tras las rejas de palacio esperaba a que alguien le diese una limosna. En esto aparece un guardia y descubre unas señales en el cuello del Príncipe mendigo y lo reconoció. Y descubrieron que el verdadero mendigo era el falso rey, mientras que el verdadero Príncipe hacía de mendigo.


Destituyeron al falso rey y comenzó a reinar el verdadero. Pero en ningún momento quiso vengarse del usurpador. Y cuando todos alababan el arte de gobernar de su rey y su generosidad él respondía: “Es gracias a haber vivido y sufrido con mi pueblo por lo que hoy puedo ser un buen rey”.

Este es el cuento. ¿Y lo de Jesús?

¿A caso Jesús no comenzó también revistiéndose de nuestra condición humana, por la encarnación? Se rebajó a sí mismo. Se hizo uno de nosotros.

Y caminaba por nuestros caminos diciendo que su Padre era Dios, que él era Dios. Pero la gente al verlo vestido de lo humano y despojado de lo divino, no le querían creer. Y se reían de él. “Vino a los suyos y los suyos no le recibieron”.

Y mientras tanto los hombres se creían superiores a El. Y no pararon hasta que lo destronaron: lo hicieron rey de burlas, lo juzgaron de impostor y lo condenaron a muerte crucificándole.

Pero El, en ningún momento tomó venganza de los que lo condenaron. Al contrario, colgado de la Cruz murió perdonando: “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen”. Y a un ladrón que moría a su lado y lo reconoció, la prometió el paraíso ese mismo día. “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.

Pero algunos comenzaron a creer en El. El era distinto. Su reinado era diferente a todos los reinados que conocían. Y le preguntaban cómo se dejaba maltratar y matar. Y Jesús siempre respondía lo mismo: “Porque mi reino es un reinado de amor”. “Porque desde que soy un hombre entre los hombres he aprendido a conocer mejor el corazón del hombre y hasta me he enamorado más de cada uno”.

Yo no domino con las armas. Yo domino con el corazón.

Yo no oprimo a los de abajo. Yo levanto a los que están caídos.

Yo no me aprovecho de los demás. Yo doy mi vida por todos.

Yo no abandono a los que me abandonan. Voy a buscarlos y los cargo sobre mis hombros.

Yo no condeno a nadie. Yo quiero salvar a todos.

Yo no enseño el arte de la guerra. Yo enseño los caminos de la paz.

Yo no mato a nadie. Yo doy la vida verdadera.

No me gustan los tronos reales ni los palacios ni los cetros.

Prefiero seguir siendo el Rey mendigo que toco a la puerta de los corazones.

Sigo siendo el Rey mendigo que me transformo en esos hombres que viven en las cárceles.

Sigo siendo el Rey mendigo que pido limosna a través de tantos hermanos míos que tienden la mano por las calles porque tienen hambre. “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos”.

Sigo siendo el Rey mendigo que me identifico con los que tienen sed, están enfermos, están abandonados.

“Estuve en la cárcel y me visitasteis. Tuve sed y me disteis de beber. Estuve enfermo y vinisteis a verme. Estuve desnudos y me vestisteis. Tuve hambre y me disteis de comer”.

Y mi única Constitución Política no tiene más que dos leyes: “Amar a Dios y amar al prójimo”. Este es mi único mandato.

Después de mi experiencia de que “siendo rico me hice pobre” por todos, ahora comprendo mejor al hombre y lo que cada uno de ustedes sufre. Y lo único que pretendo es que todos ustedes se sientan mis hermanos y hermanos unos de otros.

Ahora os entiendo mejor cuando alguien os oprime.

Ahora os entiendo mejor cuando alguien os maltrata.

Ahora os entiendo mejor cuando alguien no reconoce vuestra dignidad humana.

Ahora os entiendo mejor cuando un mala justicia os condena aunque seáis inocentes.

Ahora os entiendo mejor cuando alguien no cree en vosotros.

Haber pasado por vuestra propia experiencia de pobreza, de marginación, de injusticia y de falta de consideración, me hace comprenderos mejor y hasta me siento feliz de identificarme con cada uno de vosotros.

Oración

Señor: Celebramos tu realeza y en ella quisiéramos celebrar también la nuestra.
Porque por el Bautismo nos has hecho partícipes de la tuya.
Pero queremos un realeza:
Que no domine a los otros sino que los sirva.
Que no los maltrate sino que les ayude a ser más.
Que no condenemos a nadie sino que reinemos amando y perdonando.
No es fácil comprender tu reinado ni a ti como Rey.
Porque para reinar primero te haces pobre e indefenso.
Para reinar no te haces diferente, sino igual a todos los demás.
Señor: enséñanos a reinar no siendo más que los demás,
Sino servidores de todos.

22 mar 2010

MATERIAL SIMBÓLICO PARA TRABAJAR CUARESMA. 2010


40 Días para Cambiar el Mundo

Manuel I. , un lector del blog Aula de Religión, se ha puesto en contacto para sugerir la campaña "40 días para cambiar el mundo",
descrita así en la web oficial:

Un año más, os invitamos a tener presente durante la Cuaresma a los que son víctimas de las injusticias y el abandono de gran parte del mundo. Pero esta vez, de una manera diferente. Ellos, los que sufren en la cruz con Jesús condenados por el pecado de otros, son también los que mantienen la esperanza de la resurrección. Los que, en muchas ocasiones, imponen la luz sobre la tiniebla, los que hacen frente al sufrimiento con creatividad, apoyándose mutuamente, poniendo en común lo que tienen y sacándole el máximo partido. Queremos tener un recuerdo muy especial por la población de Haití, víctima sobre todo del olvido y la irresponsabilidad de personas e instituciones internacionales.

En años anteriores ya nos hicimos eco de esta iniciativa que trata de vivir el tiempo cuaresmal desde la clave del amor y la justicia.

Link 40 días para cambiar el mundo